lunes, 25 de noviembre de 2024

 ¡Hola, familias! Hoy en la clase hemos hecho algo delicioso, pegajoso y un poquito desastre (¡pero un desastre de los buenos! 😅). Nos hemos convertido en auténticos expertos en mermelada de madroño. Sí, habéis oído bien: ¡con nuestras propias manos hemos hecho mermelada! 🍯✨

Todo empezó con el árbol del aparcamiento. Pues resulta que ese árbol, además de dar sombra, da unos frutos pequeñitos y rojos que se llaman madroños. ¿Y sabéis qué? ¡Se pueden comer! 


Paso 1: Recolectores expertos 🧺

Primero, nos pusimos manos a la obra y con mucho cuidado recogimos los madroños del árbol. "¡Este está perfecto!", "¡Este parece un tomate chiquitín!" y "¡Este está blandito, maestro, qué asco!" fueron las frases del día. Pero al final llenamos nuestro táper. ¡Qué orgullo!


Paso 2: Lavado súper limpio 🫧

Luego vino la parte de hacer burbujas. Bueno, en realidad lavamos los madroños en agua, ¡pero parecía un juego de espuma! Fue como bañar a un montón de pelotitas rojas. Aquí aprendimos que la fruta también necesita su momento "spa" antes de cocinarse. ¡Nada de mermelada sucia en nuestra clase! 😜


Paso 3: Matemáticas en la cocina 📏

¡Momento serio! Sacamos la báscula (esa cosa que parece un reloj raro que pesa cosas) y pesamos los madroños y el azúcar. Descubrimos que si teníamos 1 kilo de fruta, necesitábamos 500 gramos de azúcar. ¡Algunos dijeron que eso era medio kilo y se sintieron como unos genios de las mates! 🎓👏


Paso 4: A remover sin parar 🥄🔥

Ahora sí, lo emocionante: ¡al robot! Metimos todo en la Monsier Cousine y se hizo por arte de magia. La clase empezó a oler taaaan bien que queríamos probarla ya mismo, pero tuvimos que esperar. Paciencia. ⏳


Paso 5: ¡A comer! (y escribir, claro) 📝🍪

Cuando la mermelada estuvo lista, la pusimos en pan, y probamos nuestra creación. ¡Estaba de rechupete! Algunos dijeron que era la mejor mermelada del mundo. Otros dijeron que parecía "chicle de fresa", pero todos nos la comimos con una gran sonrisa. 😋

Después, escribimos la receta en nuestros cuadernos para que no se nos olvide y hasta hicimos poesías sobre el madroño. ¡Somos poetas y cocineros a la vez! ¿A quién no le va a gustar esta clase?


Nuestro poema favorito 🎶



¡Así que ya sabéis, familias! Si vuestros peques os piden hacer mermelada en casa, ¡es que ya son unos expertos! Eso sí, preparad el fregadero porque… bueno, digamos que ensuciamos un poquito. 😇

¡Hasta la próxima aventura, chefs del futuro! 🍓🎉

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